Kempinski Hotel Bahía Beach Resort&Spa Estepona, Estepona

El Kempinski Hotel Bahia es un lugar increíble para quedarse, con vistas magníficas y un servicio excepcional. Disfruté de las instalaciones del hotel, especialmente de la piscina climatizada y del excelente spa. Sin embargo, durante mi estancia, hubo trabajos de renovación que afectaron mi experiencia y no estaba informado de esto al momento de la reserva, lo que fue decepcionante.

El Kempinski Hotel Bahia es un lugar increíble con un excelente servicio y una ubicación maravillosa cerca de Estepona. La calidad del desayuno es excepcional y los espacios exteriores, incluidos los jardines y las zonas de piscina, son realmente impresionantes. Sin embargo, hay algunas áreas de mejora, como la playa que es un poco rocosa y no se asemeja a una típica playa tropical. Además, los precios en el restaurante pueden ser algo elevados, aunque la calidad de la comida justifica el costo.

El hotel es un lugar maravilloso donde pude celebrar el 60 aniversario de boda de mis padres. Desde que llegamos, el personal nos trató como a reyes y se notó que celebramos un evento especial. Las habitaciones con vista al mar fueron fantásticas, aunque el servicio en la piscina fue un poco lento en ocasiones. En general, es una experiencia de lujo con un personal excepcional, pero hay áreas que podrían mejorar.

El hotel tiene un ambiente agradable y unos jardines bellamente cuidados, además de estar situado justo al lado de la playa. La calidad del desayuno es excepcional, aunque el servicio no siempre estuvo a la altura de un hotel de cinco estrellas, ya que se requería recordarles ciertos detalles. En general, tuvimos una buena estadía, pero para que sea una experiencia realmente de cinco estrellas, se necesitan mejoras en la atención al cliente.

Mi experiencia en este hotel fue mixta. Por un lado, el servicio del personal fue excepcional y el desayuno era bastante bueno, con muchas opciones. Sin embargo, las habitaciones necesitaban mejoras y la ubicación, aunque agradable, carecía de restaurantes cercanos, lo que limitaba las opciones para cenar fuera del hotel. Además, los precios en el restaurante del hotel eran demasiado altos para lo que ofrecían.